miércoles, 1 de julio de 2009

Confesión de Andrés Hoyos




El escritor colombiano y director general del Festival Malpensante 2009, Andrés Hoyos, es un hombre atareado por estos días. Lógico, si se tiene en cuenta la vacaloca en la que anda con 69 invitados abordo y más de 75 actividades que tienen lugar en esta cuarta edición de la saga festivalera. Andrés es el fundador de la revista El Malpensante y se autodefine como un distraído nato. Sin pelos en la lengua, como acostumbra a encarar al mundo y sus habitantes, se confesó:

"La distracción en que ando se hubiera podido convertir en un dolor de cabeza pero ha funcionado para olvidarme enseguida de los problemas que no faltan por estos días. Hay que ejercer la distracción. Es una tentación inconsciente y uno se deja llevar por ella o se resiste. Digo que es mejor abandonarse a ella también para bajar el nivel freático del estrés. Desde un punto de vista literario, en cambio, es un problema y hay que saberla limitar porque la escritura distraída corre el riesgo de ser desafortunada. No queremos eso. Tengo truquitos y látigo para ello. Por ejemplo: voltearme el reloj, poner asteriscos, marcar con color lo escrito en las páginas. El látigo consiste en hacer funcionar al superyo para que me obligue a no perder la atención. Los superyo siempre están enjaulados y les gusta enjaular. Por definición la relación con el superyo es cabrona, hay que aprender a torear y minimizar los daños que produce. El invitado del Festival Malpensante tiene una condición particular: es muy exigente y pide atención, cuidado y poca distracción. Para no tener la sensación de cuidar tanto, prefiero distraerme".

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